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... el espíritu, creo, es un arroyo, una fuente, y debe ser derramado continuamente, pues sólo si es derramado vendrán más y más claros arroyos.
... el espíritu, creo, es un arroyo, una fuente, y debe ser derramado continuamente, pues sólo si es derramado vendrán más y más claros arroyos.