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  • Los hombres no pueden trabajar siempre. Deben tener intervalos de relajación. No pueden dormir durante estos intervalos. ¿Qué deben hacer? Pues, si no trabajan ni duermen, deben tener recreación. Y si no tienen recreación de fuentes saludables, es muy probable que la tomen de las fuentes envenenadas de la intemperancia. O, si tienen placeres que, aunque inocentes, están prohibidos por las máximas de la moralidad pública, sus mismos placeres pueden convertirse en fuentes envenenadas.