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tenemos que dar la vuelta a la cuestión para mirar al acosador, no a la víctima. Tenemos que estar seguros de que podemos salir y mirar a los ojos a cualquiera que sea víctima de acoso y decirle: "No tienes por qué seguir callada".
tenemos que dar la vuelta a la cuestión para mirar al acosador, no a la víctima. Tenemos que estar seguros de que podemos salir y mirar a los ojos a cualquiera que sea víctima de acoso y decirle: "No tienes por qué seguir callada".