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Mis amados hijos, mis hijos que fueron creados con la belleza de Dios, mis sabios hijos, cualquiera que sea la dificultad que tengáis, no os apartéis nunca de su cargo. Así como los profetas de Dios mantuvieron firme su fe y fueron tolerantes a pesar de los problemas que tuvieron, no importa las dificultades que podáis experimentar, sed tolerantes, sed indulgentes y abrazad todas las cosas vivas como vuestra propia vida.