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El dinero en la mano es real: monedas y billetes. En el resto no creo, y creo que nunca he creído. Al fin y al cabo, un cheque no es más que una promesa, mía y del banco. Mía, lo sé, ¿pero del banco?
El dinero en la mano es real: monedas y billetes. En el resto no creo, y creo que nunca he creído. Al fin y al cabo, un cheque no es más que una promesa, mía y del banco. Mía, lo sé, ¿pero del banco?