Autores:
  • Dios me había puesto de rodillas y me había hecho reconocer mi propia nada, y de ese conocimiento había renacido. Yo ya no era el centro de mi vida y, por tanto, podía ver a Dios en todo.

Dios me había puesto de rodillas y me había hecho reconocer mi propia nada, y de ese conocimiento había renacido. Yo ya no era el centro de mi vida y, por tanto, podía ver a Dios en todo. - Bede Griffiths
Empotrar: