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Sé lo afortunado que soy. Nunca lo doy por sentado. En este país [Estados Unidos] puede pasar cualquier cosa, cualquiera puede ser lo que quiera. Lo único que quería era ser un buen marido y padre, un buen chef y tener mi propio restaurante. Y lo de ser famoso no me lo esperaba. Ni siquiera me habría atrevido a soñarlo. Y aquí estoy. Así que los sueños de cualquiera pueden hacerse realidad. Y estoy muy, muy agradecido por todo lo que me ha llegado. Doy las gracias a todos los que disfrutan con lo que hago.