Cada vez se es más consciente de que el estilo de gestión de "mando y control", que se asocia con un modelo masculino, ya no es necesariamente lo que funciona, sobre todo en las pequeñas y medianas empresas. Cada vez hay más pruebas de que lo que mejor funciona es un estilo de gestión más flexible, en el que la responsabilidad se distribuye de arriba abajo. Y ese tipo de estilo de gestión es el que permitirá más flexibilidad a los trabajadores individuales, hombres y mujeres.