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Ahora bien, si comprendemos lo que son las personas desafortunadas, veremos que hay que rehuirlas, o que debemos relacionarnos con ellas sólo por bondad o por simpatía, pero sin unir nuestros intereses a los suyos; porque son personas que no están en armonía con la condición de las cosas que las rodean, y están tan en desacuerdo con la vida como un pájaro que tratara de vivir en el agua, o un pez de flotar en el aire.