-
El luto perpetuo -la pena que nunca puede curarse- se siente con la inocencia suficiente para que el resto del mundo se canse. Y mi sensación de desolación aumenta. Cada día parece un nuevo comienzo, un nuevo conocimiento del dolor.
El luto perpetuo -la pena que nunca puede curarse- se siente con la inocencia suficiente para que el resto del mundo se canse. Y mi sensación de desolación aumenta. Cada día parece un nuevo comienzo, un nuevo conocimiento del dolor.