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En verdad, lo juro, es mejor nacer humildemente, y andar con hígados humildes en el contento, que ser animado en una pena resplandeciente, y llevar una pena dorada.
En verdad, lo juro, es mejor nacer humildemente, y andar con hígados humildes en el contento, que ser animado en una pena resplandeciente, y llevar una pena dorada.