-
Recuerden este momento. Si no convencemos al mariscal de campo (Fedor von Bock) para que vaya inmediatamente a Hitler y anule estas órdenes (Orden del Comisario), el pueblo alemán cargará con una culpa que el mundo no olvidará en cien años. Esta culpa recaerá no sólo sobre Hitler, Himmler, Göring y sus camaradas, sino sobre ti y sobre mí, sobre tu mujer y la mía, sobre tus hijos y los míos, sobre esa mujer que cruza la calle y sobre esos niños que están allí jugando a la pelota.