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El trato frecuente y la conexión íntima entre dos personas las hace tan parecidas, que no sólo sus disposiciones se moldean como la una a la otra, sino que su mismo rostro y tono de voz contraen cierta analogía.
El trato frecuente y la conexión íntima entre dos personas las hace tan parecidas, que no sólo sus disposiciones se moldean como la una a la otra, sino que su mismo rostro y tono de voz contraen cierta analogía.