Autores:
  • La elegancia del vestido, del movimiento y de los modales da brillo a la belleza e inflama los sentidos a través de la imaginación. Las diversiones lujosas, los bailes de medianoche y los espectáculos licenciosos representan a la vez una tentación y una oportunidad para la fragilidad femenina. La pobreza, la soledad y los penosos cuidados de la vida doméstica protegían a las mujeres de los bárbaros de tales peligros.

    Edward Gibbon (1854). “The history of the decline and fall of the Roman empire, with notes by Milman and Guizot. Ed. by W. Smith”, p.363