-
El aplauso agradecido del clero ha consagrado la memoria de un príncipe que complació sus pasiones y promovió sus intereses. Constantino les dio seguridad, riqueza, honores y venganza; y el apoyo de la fe ortodoxa fue considerado como el deber más sagrado e importante del magistrado civil. El edicto de Milán, la gran carta de tolerancia, había confirmado a cada individuo del mundo romano el privilegio de elegir y profesar su propia religión.