Por supuesto, incluso la denominación general de "religioso" incluye diversas ideas o convicciones básicas, por ejemplo, la indestructibilidad del alma, la eternidad de su existencia, la existencia de un ser superior, etc. Pero todas estas ideas, independientemente de lo convincentes que puedan resultar para el individuo, se someten al examen crítico de éste y, por tanto, a una afirmación o negación fluctuante hasta que la adivinación o el conocimiento emocional asumen la fuerza vinculante de la fe apodíctica.