(...) el arte contemporáneo se ha convertido en una especie de religión alternativa para los ateos. (...) Para muchos iniciados en el mundo del arte y aficionados de otros tipos, el arte conceptual es una especie de canal existencial a través del cual dan sentido a sus vidas. Exige saltos de fe, pero recompensa al creyente con un sentido de consecuencia. Además, al igual que las iglesias y otros lugares de reunión ritual cumplen una función social, los acontecimientos artísticos generan un sentimiento de comunidad en torno a intereses compartidos.