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Entre los 12 y los 14 años, me disparé una cantidad ridícula. Los músculos luchaban por estirarse y crecer al ritmo que crecían mis huesos. Me daba problemas en la espalda y en los isquiotibiales.
Entre los 12 y los 14 años, me disparé una cantidad ridícula. Los músculos luchaban por estirarse y crecer al ritmo que crecían mis huesos. Me daba problemas en la espalda y en los isquiotibiales.