-
Los antiguos esperaban los cerezos en flor, se afligían cuando desaparecían y lamentaban su muerte en innumerables poemas. A Sachiko los poemas le habían parecido muy ordinarios cuando los leía de niña, pero ahora sabía, tan bien como se podía saber, que lamentarse por la caída de los cerezos en flor era algo más que una moda o una convención.