-
Era un mundo de ensueño, una especie de Alicia en el País de las Maravillas, con sus reyes y reinas, príncipes y princesas, y nuestros millones de leales súbditos. Pero no era real y no podía durar.
Era un mundo de ensueño, una especie de Alicia en el País de las Maravillas, con sus reyes y reinas, príncipes y princesas, y nuestros millones de leales súbditos. Pero no era real y no podía durar.