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Si alguien habla mal de ti, vuela a tu propia conciencia y examina tu corazón. Si eres culpable, es una justa corrección; si no lo eres, es una justa instrucción.
Si alguien habla mal de ti, vuela a tu propia conciencia y examina tu corazón. Si eres culpable, es una justa corrección; si no lo eres, es una justa instrucción.