-
Al soltar las cosas que ya no amas o usas, devuelves a ti las partes de tu espíritu que han estado unidas a ellas, y unidas a las necesidades emocionales y recuerdos asociados a esos objetos. Al hacerlo, te traes poderosamente al tiempo presente. Tu energía, en lugar de dispersarse en mil direcciones diferentes e improductivas, se centra y se focaliza. Te sientes más completo espiritualmente y más en paz contigo mismo.