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Eran 30 metros de película en blanco y negro de 16 mm de un coche que llega a una señal de stop y se marcha. Tuve que decidir cómo encuadrarlo e iluminarlo. Era mágico. Había una sensación de misterio.
Eran 30 metros de película en blanco y negro de 16 mm de un coche que llega a una señal de stop y se marcha. Tuve que decidir cómo encuadrarlo e iluminarlo. Era mágico. Había una sensación de misterio.