Tengo la sensación de que la realidad virtual pondrá aún más en evidencia la idea de que la "realidad" es un hecho. Nos recordará una vez más la continuidad sin fisuras entre el mundo exterior y el interior, y asestará otro duro golpe al viejo fraude de la objetividad. Real", como dijo Kevin Kelly, "va a ser una de las palabras más relativas que tengamos".