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Nuestro Señor Dios obra como un impresor que coloca las letras al revés; vemos y sentimos bien su colocación, pero veremos la impresión más allá, en la vida venidera.
Nuestro Señor Dios obra como un impresor que coloca las letras al revés; vemos y sentimos bien su colocación, pero veremos la impresión más allá, en la vida venidera.