-
La percepción mística (que sólo es "mística" si la realidad se limita a lo que puede medirse con el intelecto y los sentidos) es notablemente coherente en todas las épocas y en todos los lugares. Todos los fenómenos son procesos, conexiones, todo está en flujo... se eliminan las pantallas mentales para ver que no hay un borde real en nada, que en la interpenetración sin fin del universo, un flujo molecular, una energía cósmica brilla en toda piedra y acero, así como en la carne.