Autores:
  • Yo proveo a mis propios ángeles y demonios. Existo en una playa pedregosa, que baja en olas hacia un océano protector. Un perro ladra; un niño llora; el día se hunde y se convierte en noche. Nunca podrás asustarme. Ningún ser humano podrá asustarme nunca más. Tengo una oración que me repito en absoluta quietud: Que venga un viento a agitar el océano y el sofocante crepúsculo. Que un pájaro venga del agua y haga estallar el silencio con su llamada.

    Ingmar Bergman (1990). “Images: my life in film”, Arcade Publishing