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No desesperes. Trabaja con constancia. La sinceridad y el amor vencerán al odio. ¡Cuántos acontecimientos aparentemente imposibles se están produciendo en estos días! Mirad con firmeza hacia la Luz del Mundo. Mostrad amor a todos... ¡Ánimo! Dios nunca abandona a Sus hijos que se esfuerzan, trabajan y rezan. Dejad que vuestros corazones se llenen del intenso deseo de que la tranquilidad y la armonía rodeen a este mundo en guerra. Así el éxito coronará vuestros esfuerzos, y con la fraternidad universal vendrá el Reino de Dios en paz y buena voluntad.