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No creo que nuestro deber fiduciario sea anteponer a los accionistas. Yo digo lo contrario. Lo que creemos firmemente es que si centramos nuestra empresa en mejorar la vida de los ciudadanos del mundo y proponemos auténticas soluciones sostenibles, estaremos más en sintonía con los consumidores y la sociedad y, en última instancia, esto se traducirá en un buen rendimiento para los accionistas.