Un elemento central del ceremonial asociado a Mitra era el taurobolium, el sacrificio ritual de un toro que conmemoraba y repetía el acto primigenio de Mitra. El iniciado era bautizado en su sangre, participando de sus propiedades vivificantes. Cabe señalar que esta parte del ceremonial se parecía mucho al ritual del culto a Cibeles, la Gran Madre de Asia Menor, que había sido llevada a Roma tres siglos antes de Cristo.