Autores:
  • Ella estaba demasiado concentrada en su trabajo, y demasiado seria en lo que decía, y demasiado serena y tranquila en general, para estar atenta a cualquier mirada que él pudiera dirigirle en respuesta; de modo que la flecha de su ingrata mirada cayó inofensiva, y no la hirió.

    Charles Dickens (1867). “Charles Dickens's works. Charles Dickens ed. [18 vols. of a 21 vol. set. Wanting A child's history of England; Christmas stories; The mystery of Edwin Drood].”, p.230