Autores:
  • La señora Boffin, insistiendo en que Bella debía hacer la expedición de mañana en la carroza, se dirigió a su casa con gran grandeza. La señora Wilfer y la señorita Lavinia habían especulado mucho sobre las probabilidades y las improbabilidades de que llegase en aquel magnífico estado y, al contemplar la carroza desde la ventana en la que se habían escondido para vigilarla, convinieron en que había que retenerla en la puerta el mayor tiempo posible, para mortificación y confusión de los vecinos.

    Charles Dickens (2006). "Nuestro amigo común: Easyread Edition", p.26, ReadHowYouWant.com