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Siento el deseo, amigos míos, de que en este último día del mundo, en el que la luz se extiende rápidamente, estemos dispuestos a prestar atención a aquellas porciones de las Escrituras de la verdad que nos dirigen a casa, al fundamento.
Siento el deseo, amigos míos, de que en este último día del mundo, en el que la luz se extiende rápidamente, estemos dispuestos a prestar atención a aquellas porciones de las Escrituras de la verdad que nos dirigen a casa, al fundamento.