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Vivir como me inclino, o no vivir en absoluto: así lo deseo; así lo desea también el más santo. Pero, ¡ay! ¿cómo tengo todavía - inclinación? ¿Tengo todavía una meta? ¿un puerto hacia el que mi vela esté orientada? ¿un buen viento? Ah, sólo el que sabe QUIÉN es el que navega, sabe qué viento es bueno, y un buen viento para él. Un corazón cansado y frívolo; una voluntad inestable; alas que revolotean; una columna vertebral rota: Oh Zaratustra, tú sabes que esta búsqueda ha sido mi aversión al hogar; me carcome.