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Si alguno atribuye la salvación, aun en lo más mínimo, al libre albedrío del hombre, nada sabe de la gracia, y no ha aprendido bien a Jesucristo.
Si alguno atribuye la salvación, aun en lo más mínimo, al libre albedrío del hombre, nada sabe de la gracia, y no ha aprendido bien a Jesucristo.