Sin embargo, hay excepciones a esta confianza en los sentimientos como prueba de la verdad: si, por ejemplo, tus sentimientos te llevan a la incredulidad en lugar de a la creencia, es probable que se descarten como una forma de negación. No es un problema habitual. Normalmente se culpa de la incredulidad al intelectualismo, no a sentir la realidad. Sin embargo, algunos expertos en ángeles sugieren que puede haber barreras emocionales e intelectuales para creer: la falta de voluntad para creer en los ángeles puede reflejar una baja autoestima.