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La gente de nuestro tiempo está tan formada para la agitación y la ostentación que la bondad, la moderación, la ecuanimidad, la constancia y tales cualidades tranquilas y oscuras ya no se sienten.
La gente de nuestro tiempo está tan formada para la agitación y la ostentación que la bondad, la moderación, la ecuanimidad, la constancia y tales cualidades tranquilas y oscuras ya no se sienten.