Las orgías reales nunca son tan excitantes como los libros pornográficos. En un volumen de Pierre Louys todas las chicas son jóvenes y sus figuras perfectas; no hay hipo o mal aliento, no hay fatiga o aburrimiento, no hay recuerdos repentinos de facturas sin pagar o cartas comerciales sin contestar, que interrumpan el éxtasis. El arte te da la sensación, el pensamiento, el sentimiento bastante puro... químicamente puro, quiero decir,... no moralmente.