Autores:
  • ¿Quién soñó que la belleza pasa como un sueño?
    Para estos labios rojos, con todo su lúgubre orgullo,
    Lamentando que ninguna nueva maravilla pueda acontecer,
    Troya pasó en un alto resplandor fúnebre,
    Y los hijos de Usna murieron.

    William Butler Yeats (2000). “The Collected Poems of W. B. Yeats”, p.28, Wordsworth Editions