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El rey no es más que un hombre, como lo soy yo; la violeta le huele como a mí; el elemento le muestra como a mí; todos sus sentidos no tienen más que condiciones humanas; sus ceremonias olvidadas, en su desnudez no parece más que un hombre; y aunque sus afectos están más elevados que los nuestros, sin embargo, cuando se inclinan, se inclinan con la misma ala.