Uno se asombraría de oír a hombres escépticos disputando por la razón de los animales, y diciéndonos que es sólo nuestro orgullo y prejuicios los que no les permiten el uso de esa facultad. La razón se manifiesta en todos los acontecimientos de la vida; mientras que el bruto no descubre tal talento sino en lo que concierne inmediatamente a su propia conservación o a la continuación de su especie. Los animales en su generación son más sabios que los hijos de los hombres; pero su sabiduría se limita a unos pocos detalles, y se encuentra en un ámbito muy estrecho. Saca a un bruto de su instinto y lo encontrarás totalmente privado de entendimiento.