-
Entonces la pregunta empezó a vivir bajo mis mantas: ¿Cómo empezó el lesbianismo? ¿Cuáles eran los síntomas? La biblioteca pública daba información sobre la lesbiana acabada -y eso era lamentablemente escaso-, pero sobre el crecimiento de una lesbiana, no había nada. Sí descubrí que la diferencia entre hermafroditas y lesbianas era que las hermafroditas "nacían así". Era imposible determinar si las lesbianas brotaban gradualmente o estallaban con una brusquedad que las consternaba tanto como repugnaba a la sociedad.