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  • Nuestras vidas puestas en la guerra y la paz pueden no
    sean aceptables a los ojos del Cielo.
    Y que lo sean es la única oración
    que vale la pena rezar. Que mi sacrificio
    Sea aceptable a los ojos del Cielo.

    Robert Frost, Lawrance Roger Thompson (1964). "Cartas seleccionadas"