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La reforma nace de la necesidad, no de la piedad. Ningún movimiento vital del pueblo ha trabajado hacia abajo, para bien o para mal; fermentado, en cambio, llevado hacia arriba la masa agitada y atascada.
La reforma nace de la necesidad, no de la piedad. Ningún movimiento vital del pueblo ha trabajado hacia abajo, para bien o para mal; fermentado, en cambio, llevado hacia arriba la masa agitada y atascada.