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Haz lo que sólo tú sabes hacer. Al principio, el impulso es copiar. Y eso no es malo. La mayoría de nosotros sólo encontramos nuestra propia voz después de haber sonado como muchas otras personas. Pero lo único que tienes que nadie más tiene eres tú. Tu voz, tu mente, tu historia, tu visión. Así que escribe, dibuja, construye, toca, baila y vive como sólo tú puedes hacerlo. En el momento en que sientas que, sólo posiblemente, estás caminando por la calle desnudo, exponiendo demasiado tu corazón y tu mente y lo que existe en tu interior, mostrando demasiado de ti mismo. Ese es el momento en el que puede que estés empezando a hacerlo bien.