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  • Cuando la envidia se instala en el corazón de una mujer, le hiere el alma y le infunde un espíritu tóxico. Es algo que realmente da asco. Lo he experimentado tanto en mi propia vida que puedo sentir la energía de la envidia sin ninguna comunicación de la otra persona. Persiste en el aire para contaminar tu entorno. La envidia es una fuerza brutal de malas vibraciones que succiona el amor de tu corazón.