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  • No es extraño que algunos de nuestros revoltosos prediquen el matrimonio a prueba: porque la única forma segura de casarse con ellos sería a prueba. Hasta que no hubieras experimentado definitivamente todas las situaciones humanas con ellos, no tendrías ningún medio de saber cómo, en cualquier situación dada, se comportarían. Podrían conformarse con el traje de noche, y tirar los platos entre plato y plato; podrían ser encantadores con tus amigos, y pedir al camarero que se siente y termine de cenar contigo. O puede que en todas las cosas, pequeñas y grandes, sean irreprochables. La cuestión es que nunca lo sabrás.