Autores:
  • En dos temas, la inmensa mayoría de la gente consideraba sus propias opiniones como la Verdad Absoluta, y creía sinceramente que cualquiera que discrepara de ellas era inmoral, escandaloso, pecaminoso, sacrílego, ofensivo, intolerable, estúpido, ilógico, traicionero, procesable, contrario al interés público, ridículo y obsceno. Los dos temas eran (por supuesto) el sexo y la religión.

    Robert A. Heinlein (1988). “To Sail Beyond the Sunset”