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...cuando estamos pasando por las secuelas de una mala sacudida en pérdida de dinero o de orgullo -y ambas cosas están estrechamente relacionadas-, deberíamos aislarnos, hacer una evaluación honesta de nuestros defectos e intentar encontrar nuestros puntos débiles y reforzarlos antes de volver a empezar. Lo primero en el programa es idear un plan para comer. El dinero que hemos perdido es poca cosa; si podemos mantener nuestro orgullo y una fe firme en nosotros mismos, la batalla que nos espera está medio ganada antes de empezar.