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Los niños complacientes son muy fáciles de guiar cuando son pequeños, porque les encanta la aprobación y complacer a los adultos. Son igual de fáciles de guiar en la adolescencia, porque siguen buscando las mismas dos cosas: aprobación y complacer a sus iguales. Los niños de carácter fuerte no se dejan guiar fácilmente por nadie, ni por ti ni por sus compañeros. Así que celebre la fuerza de voluntad de su hijo durante los primeros años... y sepa que el pensamiento independiente que está fomentando le será muy útil en los años críticos venideros.